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"Somos cuentos contando cuentos..." Fernando Pessoa.

domingo, 19 de noviembre de 2023

Star Wars. La influencia de la mitología en la saga





· Aunque desconocida para muchos aficionados, la saga Star Wars cuenta con una serie de influencias y referentes culturales, sin las cuales hubiera sido imposible su existencia. Entre estos referentes destaca el investigador estadounidense Joseph Campbell (1904-1987), un erudito experto en mitología comparada. 
 
· Suele considerarse que el universo creado por George Lucas a finales de los años 70 es uno de los mejores ejemplos de cine comercial, basado en escenas de acción impactantes, efectos especiales revolucionarios y un amplio merchandising para la legión de seguidores con los que cuenta la saga. Pero lo cierto es que, además de todo ello, Star Wars es uno de los productos culturales más complejos y apasionantes de las últimas décadas, con vínculos tanto de la cultura popular como de la alta cultura. La importancia de los mitos tradicionales y de las teorías de Joseph Campbell, reconocidas por el propio Lucas, así lo demuestran.


George Lucas y Joseph Campbell


· Para quien no conozca a Campbell estamos hablando de un investigador norteamericano que, en la segunda mitad del siglo XX, se dedicó a recopilar y analizar los mitos de una gran cantidad de pueblos y culturas. Para estudiarlos utilizó las ideas del psicólogo y ensayista suizo Carl Gustav Jung. A partir de estos estudios, Campbell creó la teoría del Monomito: independientemente de elementos formales o de apariencias externas, de diferencias culturales o históricas, todos los mitos creados por el ser humano poseen unas estructuras narrativas comunes. La más habitual es la que definió como "el viaje del héroe".[1]

· Tras el estreno de la primera trilogía de La guerra de las galaxias, muchos críticos e investigadores descubrieron la influencia de las teorías campbellianas en las producciones de George Lucas. Sin embargo, hasta el momento hay pocos estudios que analicen de forma completa las dos trilogías iniciales creadas por el cineasta californiano, es decir, la trilogía original y las precuelas,  que aquí denominaremos como Ciclo Lucas o Ciclo Vader.

· Según Joseph Campbell, "el viaje del héroe" sería la estructura narrativa más habitual para los mitos tradicionales, una especie de armazón simbólico y vital, una guía de las aventuras relatadas, es decir, el  esqueleto de tales historias. Dicha estructura estaría formada por una serie de etapas o fases que le dan sentido literario a las narraciones y que sirven también para conferir de una gran unidad a la doble trilogía inicial de Star Wars. Gracias a esta interpretación podemos afirmar que el personaje central de la saga no sería Luke sino Anakin Skywalker, es decir, Darth Vader. Lo que nos relata Lucas es la caída y redención del héroe. Anakin sería el personaje central del Ciclo Vader, como Ulises lo es en la Odisea, mientras que su hijo Telémaco cuenta con una historia paralela para facilitar el retorno de su padre a Ítaca, al igual que sucede con Luke.

Ulises y las Sirenas

· Para comprender este relato de ascenso, caída y redención del héroe, debemos analizar el periplo vital de Anakin y de Luke a partir de las etapas del viaje campbelliano. Se trata de diecisiete hitos narrativos que los héroes de los mitos tradicionales debían cumplir para alcanzar su destino. Así sucede también con los protagonistas del Ciclo Vader.

• Primera Fase. La Partida.

a)      La llamada a la aventura.

· Como la mayoría de las narraciones heroicas, el viaje de Anakin Skywalker  se inicia en un espacio conocido como  el Mundo Ordinario. Se trata de la región de lo cotidiano, donde el héroe lleva una vida común y corriente, sin emociones o aventuras dignas de mención, o con algunos conflictos latentes que desembocarán en el abandono de ese mundo primigenio. Para Anakin, el Mundo Ordinario corresponde al barrio de esclavos de Mos Espa, en el desértico planeta Totooine, donde vive con la maternal Shmi y trabaja para el codicioso chatarrero Watto. A pesar de su condición de esclavo, la comodidad y la rutina de ese mundo contrastan con las aventuras que vivirá en el Mundo Extraordinario. Lo mismo le sucederá una generación más tarde a su hijo Luke, cuyo Mundo Ordinario es la granja de humedad del tío Owen y la tía Beru.

· Para abandonar la comodidad de ese espacio cotidiano y lanzarse a los retos o pruebas de la aventura mitológica, el héroe debe experimentar una transformación inicial que supone "el despertar del yo", el despertar de la conciencia.[2] Este es precisamente  el trasfondo del primer episodio de la saga, La amenaza fantasma: el viaje de Anakin desde la figura de la madre, encarnada por Shmi, hasta la representación del padre adoptivo simbolizada por el maestro jedi, Qui-Gon Jinn.

· Pero Qui-Gon también es el heraldo que activa la llamada a la aventura. “El heraldo representa la reprimida fecundidad instintiva que hay dentro de nosotros o también una figura velada, lo desconocido”.[3] Con Qui-Gon, Anakin hace frente a un problema o desafío iniciador de la aventura. “Como los heraldos de la caballería medieval, los personajes que encarnan este arquetipo plantean desafíos y anuncian la llegada de un cambio significativo”.[4] En el caso del niño-esclavo, ese desafío es el de convertirse en un caballero jedi, superando las pruebas físicas y mentales necesarias para alcanzar su destino. Aunque antes de abordar ese desafío, deberá superar sus miedos iniciales, representados en la segunda etapa del "viaje heroico".

Qui-Gon Jinn: maestro jedi, sabio anciano y heraldo de la aventura


b)       La negativa a la llamada.

· En esta segunda etapa comprobamos con claridad que Anakin está deseando abandonar Tatooine y convertirse en un jedi: “Una vez soñé que yo era un jedi y que volvía aquí y liberaba a los esclavos”. Sin embargo, la primera reacción del joven esclavo es rechazar la llamada a la aventura. Está paralizado, y no solo por el miedo a los retos que se le plantearán en el Mundo Extraordinario. Lo que le detiene es el abandono de su madre. Antepone su  miedo inconsciente a la pérdida, a su ansiado destino como jedi. Un miedo a la pérdida que estará presente en el resto del viaje heroico. El futuro padawan rechaza en varias ocasiones la aventura, renuncia a ella por temor a perder a su madre. Así sucede cuando está a punto de abandonar Mos Espa para dirigirse a la nave N1 de Naboo, que debe trasladarle hasta la capital de la República. En ese momento, Anakin deshace los pasos hacia su madre y se abraza a ella, una clara negativa a la llamada:

Anakin: No puedo hacerlo mamá, no puedo.
Shmi: Ani…
Anakin: ¿Volveré a verte?
Shmi: ¿Qué es lo que te dice el corazón?
Anakin. Eso espero. Sí, eso creo.
Shmi: Entonces, volveremos a vernos.
Anakin: Volveré para liberarte, mamá. Te lo prometo.
Shmi: Ahora… se valiente y no mires atrás. ¡No mires atrás!

También en el caso de Luke nos encontramos con esta negativa en el Episodio IV. Obi-Wan le propone acudir al rescate de la princesa Leia, pero el joven Skywalker lo rechaza. Deberá suceder un hecho absolutamente trágico para que el hijo de Vader se decida a dar el paso y abandone su hogar: la muerte del tío Owen y la tía Beru.

Shmi despidiéndose de su hijo


c)       La ayuda sobrenatural.

· En el momento de la negativa, cuando el héroe parece que no va a ser capaz de dar el paso hacia el Mundo de la Aventura, interviene el personaje del sabio anciano, aquel que orienta al héroe. Su aparición evita que el protagonista de los mitos rechace definitivamente la llamada. De lo contrario nos quedaríamos sin narración, la historia concluiría, como sucede en el mito clásico de Apolo y Dafne. La ninfa es perseguida por el dios griego con intenciones claramente carnales, pero ella ruega a su padre Peneo que la convierta en árbol de Laurel, rechaza por completo la aventura y finaliza su historia.

· Para evitar que este rechazo se reproduzca en todos los héroes, los dioses introducen la ayuda sobrenatural. Se trata de un mentor o un guía. El ruso Vladimir Propp lo definía como el donante, el que entrega al héroe los medios mágicos para iniciar su aventura,[5] como Obi-Wan ofreciéndole a Luke la espada láser de su padre. En el caso de Anakin, el sabio anciano es Qui-Gon Jinn, un jedi que se caracteriza  tanto por su sabiduría como por su rebeldía. Estamos ante un caballero andante que no se siente a gusto en la corte de Camelot y entre sus múltiples andanzas por el bosque galáctico que compone el Mundo Exterior de la saga, es capaz de descubrir al Elegido en un planeta remoto. Qui-Gon libera a Anakin, le proporciona las primeras enseñanzas del código jedi y le introduce en la orden de monjes-guerreros guardianes de la República.

La ninfa Dafne convirtiéndose en árbol de Laurel


d)      El cruce del primer umbral.

· Sin embargo, el héroe aún no ha traspasado los límites del Mundo Ordinario, todavía no ha desembarcado en la región de la Aventura. Para hacerlo tiene que suceder un acontecimiento extraordinario que le permita cruzar el umbral y desembarazarse de los guardianes que protegen el acceso a ese espacio desconocido.

· En La amenaza fantasma, Anakin debe superar a los guardianes protectores o represores que impiden su evolución. El primer guardián al que se enfrenta es Sebulba, el piloto de la carrera de pods al que Anakin logra vencer a pesar de sus trucos de tahúr. La victoria sobre este personaje supone también la superación de la inmadurez, de la infancia y el paso a la adolescencia. El segundo guardián es Watto, su propietario, del que le libera Qui-Gon Jinn tras la victoria en la carrera. Mientras que el tercer guardián es Darth Maul, que se interpone entre el niño esclavo y su destino cuando este se dirige hacia la nave de la reina Amidala. El guerrero sith trata de destruir la expedición de Naboo, teniendo que recurrir Qui-Gon a una argucia para escapar hacia Coruscant. El plano de Darth Maul, de espaldas, apagando la espada con la que se ha enfrentado al jedi, es un símbolo de la puerta abierta a la aventura.

· Por su parte, Luke tendrá un acceso más traumático a ese nuevo mundo. Solo superará la negativa a la llamada cuando encuentre los cadáveres del tío Owen y  de la tía Beru, asesinados por el Imperio. “Ya nada me liga a este lugar”, le dice a Obi-Wan. “Quiero seguir los caminos de la Fuerza y ser en un jedi como mi padre”.

Darth Maul: Guardián del umbral


e)       El vientre de la ballena.

· Tras esta decisión, el héroe entrará de lleno en el Mundo Extraordinario y se encontrará con un sinfín de pruebas y peligros. Una sucesión de escenas de acción y aventuras. Pero si el creador de estas historias conoce la estructura del viaje heroico, jerarquizará la narración hasta llegar al lugar más peligroso de todos, una región que en los mitos tradicionales se identificaba con el inframundo, es decir, con el infierno.

· Este lugar ha sido definido por Christopher Vogler como la gruta abismal, mientras  que Joseph Campbell lo etiquetó como el vientre de la ballena, en referencia al mito bíblico de Jonás. Para Campbell, este lugar recóndito es un topoi donde el héroe debe sufrir necesariamente un episodio de muerte y resurrección.  En el caso de Anakin, después de varias aventuras, el episodio del vientre de la ballena se desarrolla en la nave de control de droides  de la Federación de Comercio, al final de La amenaza fantasma. Se introduce en ella accidentalmente y debe destruirla desde dentro, como algunos héroes hacen en la mitología tradicional. Así es como el dios babilónico Marduk se introduce en el vientre de un dragón y le desgarra tripas, corazón y cuerpo. Lo mismo que Hércules, que penetra en el interior de una serpiente para rescatar a Esión, hija del rey Laomedonte, descuartizando a la bestia por dentro.[6] Así es como el joven Anakin destruye la nave de la Federación, desconectando al mismo tiempo a los droides que están diezmando a los gungans en el plantea Naboo.

· En cambio, la transformación de Luke en Una nueva esperanza presenta un simbolismo más radical. Dentro de la Estrella de la Muerte (la gruta abismal o inframundo de esta película), es arrastrado al abismo del vertedero de desperdicios por un monstruo acuático. Parece que va a morir, pero se trata de una muerte simbólica para renacer en la aventura, liberado así de las ataduras del pasado y de la inmadurez.

· De esta forma se completa la fase de la Partida para Anakin y para Luke. Así es como abandonan la tierra natal, la casa materna y la edad infantil, dando paso a otros retos más complejos, los de la vida adulta. Estas pruebas y aventuras se desarrollarán dentro de las siguientes fases, que Joseph Campbell define como la Iniciación y el Regreso.
 

Luke en el compactador de desperdicios a punto de morir y renacer


• Segunda  Fase. La Iniciación.

a)      El camino de las pruebas.

· Tras haber superado el proceso de muerte-resurrección, el héroe se encuentra de lleno en el Mundo Extraordinario. En él deberá iniciar el camino de las pruebas, con el que podrá perfeccionar sus habilidades y alcanzar la madurez personal y espiritual. En el caso de Anakin Skywalker los retos que corresponden a esta etapa surgen en el El ataque de los clones. En el caso de Luke, en El imperio contraataca. El objetivo de estas pruebas es lograr el autodescubrimiento de su propia naturaleza. Sin embargo, en la mayoría de los retos y conflictos a los que se somete Anakin en el Episodio II irán desvelando una clara inclinación hacia el Lado Oscuro. En lugar de servirle de entrenamiento para pulir sus virtudes como jedi, la iniciación en la Fuerza y los peligros del Mundo Extraordinario irán preparando el terreno para su transformación en Darth Vader. Orgullo, celos, terquedad, incapacidad para aceptar el mando de sus superiores, exterminio de los enemigos cuando muere su madre, imprudencia en pleno combate con el conde Dooku, lo que le acaba costando la pérdida de un brazo... Ese es el resultado del camino de las pruebas en Anakin. Todo ello le conducirá a una actitud impropia de un jedi cuando se le plantee el gran reto de su viaje heroico: distinguir entre la pasión individual y la necesaria entrega de los héroes al bien común, lo que sucederá cuando experimente un amor posesivo y egoísta por la senadora Amidala.

La imprudencia de Anakin frente al conde Dooku


b)       El encuentro con la diosa.

· “La última aventura, cuando todas las barreras y los ogros han sido vencidos, se representa comúnmente como un matrimonio místico o hieros gamos (ίέϙòς γáμoς) del alma triunfante del héroe con la Reina Diosa del Mundo”.[7] Así lo asegura Joseph Campbell para los mitos en general. El reto final del héroe es, por tanto, el descubrimiento de lo femenino. Esto es así porque buena parte de los mitos surgen de sociedades patriarcales, donde el viaje heroico esta protagonizado habitualmente por un personaje masculino, lo que no impide que en las nuevas formas narrativas del siglo XXI el héroe sea femenino y su descubrimiento sea el mundo masculino, como ocurre con Rey en la Trilogía Disney.

· Esta es la principal línea argumental de las precuelas. La figura de Padmé representa a la Reina Diosa del Mundo de los mitos universales. La búsqueda de Anakin, su tránsito hacia el mundo adulto, conlleva ese encuentro con Padmé. Ella tiene  una función generadora de vida y esperanza, es decir, es un personaje positivo y activo dentro de la trilogía, pero al mismo tiempo es utilizada por las fuerzas del mal para provocar un conflicto en el héroe-jedi y arrastrarlo hacia el Lado Oscuro.

· En la mitología tradicional y en las religiones monoteístas es muy habitual la existencia de este matrimonio místico o hieros gamos. Podríamos poner como ejemplo a Zeus y Hera en el mundo griego o a la Sagrada Familia en el cristiano. En el caso de Star Wars, las precuelas recurren al encuentro con la diosa como trama fundamental de la acción. En cambio, en la trilogía original, protagonizada por Luke, se desarrolla la otra gran línea argumental de los mitos: el encuentro y la reconciliación con el padre-ogro.  

Hieros gamos o matrimonio místico versión Star Wars


c)      La mujer como tentación.

· Los mitos surgidos en las sociedades patriarcales (el mundo grecolatino o los monoteísmos hebreo y cristiano) presentan a la mujer como la tentación que provoca la caída del héroe (el mito de Pandora o la bíblica Eva serían las narraciones más conocidas). Sin embargo, el Ciclo Lucas no presenta una imagen negativa de lo femenino, más bien aprovecha el encuentro con la diosa para distinguir entre el amor como caridad (amor fati) y el amor como expresión de un deseo egoísta. Como caridad, el amor es el don que obtiene el héroe como resultado del encuentro con la diosa.[8] Así se desprende del diálogo entre Anakin y Padmé en El ataque de los clones:

Padmé: ¿Se te permite amar? Creí que eso os estaba prohibido.
Anakin: El apego está prohibido. La posesión está prohibida. La compasión por el contrario, que para mí no sería sino el amor incondicional, es primordial en la vida de un jedi… Así que podría decirse que se nos alienta a amar.

· De este modo, el amor por Padmé como caridad no contradice la espiritualidad de un joven padawan; sin embargo, el amor por Padmé como posesión, sí se opone a su entrega a la sociedad, a la defensa del bien común, que debe estar por encima de cualquier deseo terrenal si quiere pertenecer a la orden que dirige el maestro Yoda.
· Este será el conflicto que arrastra a Anakin hacia el Lado Oscuro en La venganza de los sith y que ayudará a la destrucción de la democracia republicana sustituida por un tiránico Imperio galáctico. La pasión individual del joven jedi será un paso más en la desaparición del orden social entendido como bien común. No es que el amor o lo femenino sean culpables de la caída del héroe. Es su egoísmo y su miedo a la pérdida (que ya anticipaba con su madre en La amenaza fantasma). “Tienes que ayudarme a salvarle la vida a Padmé. No sé vivir sin ella”, le suplica a Palpatine en el momento de convertirse en un sith. Por tanto, su paso al Lado Oscuro no es culpa de Padmé o del amor (como caridad) sino que se debe a que su ego no sabe vivir sin su esposa. No traiciona a la República por ella, sino por su ego. En lugar de entregarse al bien común, que es la función principal de los héroes, se deja arrastrar por su pasión individual, posesiva y egoísta.

“Tienes que ayudarme a salvarle la vida a Padmé. 
[Mi ego no sabe] vivir sin ella”


d)      La reconciliación con el padre.

· De esta forma, Anakin se convierte en Darth Vader al anteponer su ego al amor como caridad, en el plano individual, y al bien común (la República), en el plano colectivo. Se transforma así en un ogro cruel y sanguinario. Ha caído en el averno del Lado Oscuro, del que nadie ha salido jamás. Pero la saga creada por George Lucas muestra un talante claramente humanista al confiar en la redención del ser humano. Esa redención llegará con la aventura heroica de la siguiente generación, la aventura de sus hijos.

· Si el viaje de Anakin en las precuelas tiene como referente primordial el encuentro con la Reina Diosa del Mundo, la andadura de Luke en la trilogía original se caracteriza fundamentalmente por actualizar la otra gran línea argumental de los mitos tradicionales: la búsqueda y reconciliación con el padre-ogro. Desde el Episodio IV constatamos una clara obsesión por parte de Luke por la figura paterna. Pregunta por él constantemente: a sus tíos adoptivos, a Obi-Wan, al maestro Yoda... Luke está obsesionado con su padre desconocido, hasta descubrir la verdad, llegando así a la anagnórisis más famosa de la historia del cine, la revelación con mayúsculas de El imperio contraataca, el célebre “Yo soy tu padre”.

· Este descubrimiento es fundamental en la evolución del viaje, tanto para Luke como para Vader. Para Luke supone comprender que el padre añorado se ha convertido en el ogro del inframundo al que debe matar o rescatar. Para Vader significa el inicio de un cambio sutil. Tras la revelación, el lord sith deja de matar a los oficiales imperiales que han fracasado en las misiones encomendadas, a diferencia de lo que ha ocurrido durante toda la película, en la que ha ahogado hasta la muerte a varios subalternos. El señor oscuro comienza a humanizarse después de desvelar su relación familiar con Luke. La anagnórisis ha afectado a ambos.

· Pero el clímax del viaje hacia el padre no tiene lugar en el Episodio V, sino en El retorno del jedi. Luke se entrega a los soldados imperiales con el objetivo de arrastrar a Vader al Lado Luminoso. Ha aceptado que el ogro es su padre e intuye algo que ni Yoda ni Obi-Wan son capaces de discernir: Anakin no ha desaparecido del todo, el triunfo del lado bondadoso de la Fuerza pasa por el renacimiento del Elegido, por la redención del héroe caído.

· Pero esta estrategia presenta un claro peligro, que Luke acabe reconciliándose con la figura actual del padre, con el ogro Vader, y lo sustituya como esbirro al servicio del Emperador. Esa es la estrategia final de Palpatine, un edípico relevo del padre por el hijo. Pero Luke es capaz de hacer algo que Anakin no supo comprender en La venganza de los sith, renunciar al ego, y arroja la espada láser aceptando la muerte, el sacrificio máximo del ego. Prefiere perder la vida antes que pasar al Lado Oscuro. De esta forma está mostrando el camino al padre para que retorne y cumpla su función como el Elegido.

Anagnórisis: descubrimiento o revelación


e)      La Apoteosis.

· En la Apoteosis final de Star Wars se fusionan las dos aventuras mitológicas que componen cada una de las trilogías: el encuentro con la diosa y la reconciliación con el padre. La Apoteosis se produce cuando el héroe caído logra extinguir el deseo (eros) y la hostilidad (thanatos), renunciando por tanto al ego. La extinción del deseo y de la hostilidad en Anakin-Vader supone por tanto la Apoteosis de la saga.

· Esta transformación culmina cuando el jedi caído en las sombras alcanza la crucifixión del sacrificio, entregando su vida para salvar la de su hijo. En lugar de permitir la muerte de Luke bajo los rayos azules del Emperador, Vader reacciona, se libera de la cadena que le ha unido a Palpatine desde La venganza de los sith  y acaba con su maestro del Lado Oscuro, sacrificándose en ese mismo gesto. Esta acción cuenta con un buen número de precedentes en la mitología y en las religiones. El paralelismo con la cruz de Cristo es el referente más conocido, pero previamente aparece “la victoria del Budha bajo el Árbol Bo.”[9] El príncipe Shidarta es capaz de rechazar la trampa de los sentidos, del mundo material. Podemos establecer una correlación mitológica entre Budha, Cristo y el sacrificio de Vader bajo la cruz-árbol de los rayos del Emperador. También en la Edda noruega aparece este árbol del sacrificio con el nombre de Yggdrasil, el corcel de Odín en el que el dios escandinavo permanece suspendido nueve días para alcanzar el conocimiento de las runas.[10]  De esta forma, en El retorno del jedi, Vader realiza el proceso inverso al error que cometió en La venganza de los sith, antepone la vida de su hijo a su propio ego, se convierte así en el héroe que debería haber sido desde el principio.

El sacrificio de Vader para salvar a su hijo


f)       La Gracia Última.
              
· Sin embargo, la reconciliación definitiva  entre el padre y el hijo no se produce con la desaparición del Emperador, sino en una secuencia posterior. Luke arrastra a su padre moribundo hasta una nave que debe alejarles de la Estrella de la Muerte. En el portón de entrada, Vader se derrumba. Son los últimos instantes de su vida y en ese momento le pide a Luke que le quite la máscara. Entonces, Vader le transmite un mensaje, la Gracia Última: “Tenías razón. Tenías razón acerca de mí. Dile a tu hermana que tenías razón”.

· Luke tenía razón sobre la lucha interna de Anakin, sobre la posibilidad de redimir al héroe caído, y con ello de redimir también a la galaxia de la tiranía imperial. En ese momento, Luke se convierte en Horacio, recibiendo las últimas palabras de Hamlet. El testamento de Anakin es que su personalidad no ha sido completamente  abducida  por el Lado Oscuro. Es la misma afirmación que Padmé, madre ya y en el lecho de muerte, le revela a Obi-Wan. De este modo, al reconocer que sí existía una lucha interna, Anakin cierra el círculo del encuentro con la diosa. Ella es Padmé, el primer personaje de esa lejana galaxia en asegurar que Anakin sigue siendo bondadoso a pesar de los crímenes cometidos como Vader, y que en él todavía es posible la redención. Luke y Leia son los vehículos para la culminación entre el héroe y la diosa, entre el padre y la madre.

La humanización del ogro al quitarse el casco


• Tercera  Fase. El Regreso.

· Las últimas etapas del “viaje del héroe” campbelliano tienen un desarrollo fugaz en la saga creada por George Lucas y coincide con las últimas escenas de El retorno del Jedi. Pero a pesar de su brevedad, alcanzan una carga simbólica más que evidente.

· En primer lugar, el héroe mitológico manifiesta su Negativa al Regreso. Esta etapa no está protagonizada por Anakin, sino que hay una traslación del padre al hijo una vez alcanzada la Apoteosis en la fase anterior. Es Luke quien se niega a abandonar el Mundo Extraordinario, quien quiere evitar el regreso a la vida cotidiana. Como ocurre como muchos héroes de los mitos tradicionales, Luke se ha acostumbrado a la aventura y ahora no sabe salir de ella. Por eso, el joven Skywalker se niega a quitarle la máscara a Vader, con lo que está rechazando el abandono de ese mundo excepcional de riesgos y peligros. Para retornar debe desprenderse del deseo de pervivencia con el que pretende mantener la vida de su padre. Dicha prueba es la última fase de su aprendizaje. Renunciar a la búsqueda, al objetivo de la aventura, le permitirá aprehender la Gracia Última hallada por Anakin.

· Cuando por fin acepta esa renuncia, es necesaria la Huida Mágica. En la mitología tradicional, esta fuga puede ser consentida por las fuerzas sobrenaturales que han facilitado el camino previo del héroe, permitiéndole alcanzar el elixir de la vida. Pero en algunas ocasiones la Gracia Última se ha obtenido con la oposición de los dioses y demonios que controlan el mundo especial, iniciándose una persecución que “puede complicarse con milagrosos obstáculos y evasiones mágicas”.[11]

· De esta forma, el héroe de los mitos debe abandonar el infierno o inframundo en el que se ha desarrollado su aventura con la oposición de los demonios que lo controlan. Para escapar recibe el Rescate del Mundo Exterior, es decir, la ayuda de algún aliado procedente del Mundo Ordinario. Así sucede también con Luke, que debe abandonar el engendro metálico de la Estrella de la Muerte con el cadáver de Vader. Para él, la ayuda desde el Mundo Ordinario adquiere la forma del Halcón Milenario pilotado por Lando Carlisian, encabezando el ataque de la Alianza Rebelde contra el Imperio. Gracias a este ataque, es decir, a la combinación de acciones por parte de un nutrido grupo de rebeldes, Lando es capaz de atravesar las defensas imperiales, introduciéndose en las entrañas de la Estrella de la Muerte y destruirla desde dentro. El caos en la estación de combate, que comienza con la espectacular explosión de un destructor imperial contra su superficie, facilita al joven jedi arrastrar el cuerpo de su padre hasta la nave en la que realizará la Huida Mágica.

· A partir de este momento, Luke cruza el Umbral de Regreso. Puede tratarse de un espacio físico identificado con una obertura arquitectónica. El abandono de la inacabada estación espacial es el marco físico que debe atravesar, pero solo se trata de un detalle mínimo. El verdadero cruce del umbral se produce con la pira en la que el hijo incinera a Vader. Las llamas convierten en ceniza al lord sith, se extingue la carne –la materia-, y se libera el espíritu para unirse con la Fuerza. Este es el paso del umbral tanto para Anakin como para Luke. Se cierra la historia del primero, su caída en el reverso tenebroso y su liberación posterior, convirtiéndose en uno con la Fuerza; mientras que su hijo se libera de la pesada losa de la búsqueda, de la responsabilidad autoasumida del rescate del padre.

· Con este gesto, Luke alcanza una posición que sólo los héroes mitológicos son capaces de conquistar: se convierte en Maestro de Dos Mundos, el terrenal y el espiritual. Luke regresa con los rebeldes y es el único capaz de observar a los “lejanos”. Ante sus ojos aparecen los espectros de Yoda y Obi-Wan, y también el de su padre. Desde el estrato terrestre alcanza el mundo espiritual, puede retirar el velo de lo material para vislumbrar la esencia de la Fuerza.

· A partir de aquí sólo queda una última etapa, la definida por Joseph Campbell como Libertad para Vivir. Esta denominación tiene sentido a un nivel individual: Luke ya no es perseguido por el Emperador con el objetivo de atraerlo al Lado Oscuro; pero también tiene un significante colectivo: la galaxia se ha liberado de la tiranía imperial. Así se observa en el encadenamiento de celebraciones que cierran El retorno del Jedi. Esta secuenciación arranca en la Luna de Endor y se traslada a los planetas con mayor presencia en las tramas argumentales de la saga: Tatooine, Bespin, Naboo, Coruscant, y de nuevo la Luna Santuario. Esta Libertad para Vivir afecta individualmente a Luke, y colectivamente a toda la galaxia. Con ella finaliza "el viaje del héroe" iniciado por Anakin, que cubre buena parte de las etapas campbellianas, y que es concluido por su hijo Luke. 

Luke se convierte en Maestro de Dos Mundos: el terrenal y el espirtual

 
Si os ha interesado esta explicación de la saga, podéis encontrar más información en mi libro  El viaje del héroe en Star Wars. Mitología, cine y ciencia-ficción (Ed. Amarante, 2016).




[1] Las principales obras de Campbell serían: El héroe de las mil caras: psicoanálisis del mito. Madrid, Fondo de Cultura Económica, 1972; y los cuatro volúmenes de Las máscaras de Dios.  Madrid, Alianza Editorial, 1991-1992.
[2] CAMPBELL, Joseph. El héroe de las mil caras…, p. 54.
[3] CAMPBELL, Joseph. El  héroe de las mil caras…, p. 56.
[4] VOGLER, Christopher. El viaje del escritor. Ma Non Tropo, Madrid, 2002, p. 91.
[5] PROPP, Vladimir.  Las raíces históricas del cuento. Editorial Fundamentos, Madrid, 1974, pp. 69-70.
[6] PROPP, Vladimir.  Las raíces históricas…, pp. 354-355.
[7] CAMPBELL, Joseph. El héroe de las mil caras…, p. 104.
[8] CAMPBELL, Joseph. El  héroe de las mil caras…, p. 112.
[9] CAMPBELL, Joseph. El  héroe de las mil caras…, pp. 175-177.
[10] CAMPBELL, Joseph. Imagen del mito. Atalanta, Girona, 2012, p. 228.
[11] CAMPBELL, Joseph. El  héroe de las mil caras…, p. 183.

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