· Aunque desconocida para muchos
aficionados, la saga Star Wars cuenta con una serie de influencias y referentes culturales, sin las cuales hubiera sido imposible su existencia. Entre estos referentes destaca el investigador estadounidense Joseph Campbell (1904-1987), un erudito experto en
mitología comparada.
· Suele considerarse que el universo creado por George Lucas
a finales de los años 70 es uno de los mejores ejemplos de cine comercial,
basado en escenas de acción impactantes, efectos especiales revolucionarios y
un amplio merchandising para la legión de seguidores con los que cuenta la
saga. Pero lo cierto es que, además de todo ello, Star Wars es uno de los
productos culturales más complejos y apasionantes de las últimas décadas, con vínculos
tanto de la cultura popular como de la alta cultura. La importancia de los
mitos tradicionales y de las teorías de Joseph Campbell, reconocidas por el
propio Lucas, así lo demuestran.
George Lucas y Joseph Campbell
· Para quien no conozca a Campbell estamos
hablando de un investigador norteamericano que, en la segunda mitad del siglo
XX, se dedicó a recopilar y analizar los mitos de una gran cantidad de pueblos
y culturas. Para estudiarlos utilizó las ideas del psicólogo y ensayista suizo Carl Gustav Jung. A partir de estos
estudios, Campbell creó la teoría del Monomito: independientemente de elementos
formales o de apariencias externas, de diferencias culturales o históricas,
todos los mitos creados por el ser humano poseen unas estructuras narrativas
comunes. La más habitual es la que definió como "el viaje del héroe".[1]
· Tras el
estreno de la primera trilogía de La
guerra de las galaxias, muchos críticos e investigadores descubrieron la
influencia de las teorías campbellianas en las producciones de George Lucas. Sin
embargo, hasta el momento hay pocos estudios que analicen de forma completa las
dos trilogías iniciales creadas por el cineasta californiano, es decir, la
trilogía original y las precuelas, que
aquí denominaremos como Ciclo Lucas o Ciclo Vader.
· Según
Joseph Campbell, "el viaje del héroe" sería la estructura narrativa más
habitual para los mitos tradicionales, una especie de armazón simbólico y vital,
una guía de las aventuras relatadas, es decir, el esqueleto de tales historias. Dicha
estructura estaría formada por una serie de etapas o fases que le dan sentido
literario a las narraciones y que sirven también para conferir de una gran
unidad a la doble trilogía inicial de Star Wars. Gracias a esta interpretación
podemos afirmar que el personaje central de la saga no sería Luke sino Anakin
Skywalker, es decir, Darth Vader. Lo que nos relata Lucas es la caída y redención
del héroe. Anakin sería el personaje central del Ciclo Vader, como Ulises lo es
en la Odisea, mientras que su hijo Telémaco cuenta con una historia paralela
para facilitar el retorno de su padre a Ítaca, al igual que sucede con Luke.
Ulises y las Sirenas
· Para
comprender este relato de ascenso, caída y redención del héroe, debemos
analizar el periplo vital de Anakin y de Luke a partir de las etapas del viaje
campbelliano. Se trata de diecisiete hitos narrativos que los héroes de los
mitos tradicionales debían cumplir para alcanzar su destino. Así sucede también
con los protagonistas del Ciclo Vader.
• Primera
Fase. La Partida.
a)
La llamada a la
aventura.
· Como la
mayoría de las narraciones heroicas, el viaje de Anakin Skywalker se inicia en un espacio conocido como el Mundo Ordinario. Se trata de la región de
lo cotidiano, donde el héroe lleva una vida común y corriente, sin emociones o
aventuras dignas de mención, o con algunos conflictos latentes que desembocarán
en el abandono de ese mundo primigenio. Para Anakin, el Mundo Ordinario
corresponde al barrio de esclavos de Mos Espa, en el desértico planeta
Totooine, donde vive con la maternal Shmi y trabaja para el codicioso
chatarrero Watto. A pesar de su condición de esclavo, la comodidad y la rutina
de ese mundo contrastan con las aventuras que vivirá en el Mundo
Extraordinario. Lo mismo le sucederá una generación más tarde a su hijo Luke,
cuyo Mundo Ordinario es la granja de humedad del tío Owen y la tía Beru.
· Para
abandonar la comodidad de ese espacio cotidiano y lanzarse a los retos o pruebas
de la aventura mitológica, el héroe debe experimentar una transformación
inicial que supone "el despertar del yo", el despertar de la conciencia.[2]
Este es precisamente el trasfondo del
primer episodio de la saga, La amenaza
fantasma: el viaje de Anakin desde la figura de la madre, encarnada por
Shmi, hasta la representación del padre adoptivo simbolizada por el maestro jedi,
Qui-Gon Jinn.
· Pero
Qui-Gon también es el heraldo que activa la llamada a la aventura. “El heraldo
representa la reprimida fecundidad instintiva que hay dentro de nosotros o
también una figura velada, lo desconocido”.[3]
Con Qui-Gon, Anakin hace frente a un problema o desafío iniciador de la
aventura. “Como los heraldos de la caballería medieval, los personajes que
encarnan este arquetipo plantean desafíos y anuncian la llegada de un cambio
significativo”.[4] En el
caso del niño-esclavo, ese desafío es el de convertirse en un caballero jedi,
superando las pruebas físicas y mentales necesarias para alcanzar su destino.
Aunque antes de abordar ese desafío, deberá superar sus miedos iniciales,
representados en la segunda etapa del "viaje heroico".
b)
La negativa a la llamada.
· En esta
segunda etapa comprobamos con claridad que Anakin está deseando abandonar
Tatooine y convertirse en un jedi: “Una vez soñé que yo era un jedi y que
volvía aquí y liberaba a los esclavos”. Sin embargo, la primera reacción del
joven esclavo es rechazar la llamada a la aventura. Está paralizado, y no solo
por el miedo a los retos que se le plantearán en el Mundo Extraordinario. Lo
que le detiene es el abandono de su madre. Antepone su miedo inconsciente a la pérdida, a su ansiado
destino como jedi. Un miedo a la pérdida que estará presente en el resto del
viaje heroico. El futuro padawan rechaza en varias ocasiones la aventura, renuncia
a ella por temor a perder a su madre. Así sucede cuando está a punto de
abandonar Mos Espa para dirigirse a la nave N1 de Naboo, que debe trasladarle
hasta la capital de la República. En ese momento, Anakin deshace los pasos
hacia su madre y se abraza a ella, una clara negativa a la llamada:
Anakin:
No puedo hacerlo mamá, no puedo.
Shmi:
Ani…
Anakin:
¿Volveré a verte?
Shmi:
¿Qué es lo que te dice el corazón?
Anakin.
Eso espero. Sí, eso creo.
Shmi:
Entonces, volveremos a vernos.
Anakin:
Volveré para liberarte, mamá. Te lo prometo.
Shmi:
Ahora… se valiente y no mires atrás. ¡No mires atrás!
También en
el caso de Luke nos encontramos con esta negativa en el Episodio IV. Obi-Wan le
propone acudir al rescate de la princesa Leia, pero el joven Skywalker lo
rechaza. Deberá suceder un hecho absolutamente trágico para que el hijo de Vader se decida a dar el paso y abandone su hogar: la muerte del tío Owen y la tía Beru.
Shmi despidiéndose de su hijo
c)
La ayuda sobrenatural.
· En el
momento de la negativa, cuando el héroe parece que no va a ser capaz de dar el
paso hacia el Mundo de la Aventura, interviene el personaje del sabio anciano,
aquel que orienta al héroe. Su aparición evita que el protagonista de los mitos
rechace definitivamente la llamada. De lo contrario nos quedaríamos sin
narración, la historia concluiría, como sucede en el mito clásico de Apolo y
Dafne. La ninfa es perseguida por el dios griego con intenciones claramente
carnales, pero ella ruega a su padre Peneo que la convierta en árbol de Laurel,
rechaza por completo la aventura y finaliza su historia.
· Para
evitar que este rechazo se reproduzca en todos los héroes, los dioses
introducen la ayuda sobrenatural. Se trata de un mentor o un guía. El ruso
Vladimir Propp lo definía como el donante, el que entrega al héroe los medios mágicos
para iniciar su aventura,[5]
como Obi-Wan ofreciéndole a Luke la espada láser de su padre. En el caso de
Anakin, el sabio anciano es Qui-Gon Jinn, un jedi que se caracteriza tanto por su sabiduría como por su rebeldía. Estamos ante un caballero andante que no se siente a gusto en la corte de Camelot y entre sus múltiples andanzas por el bosque galáctico que compone el Mundo Exterior
de la saga, es capaz de descubrir al Elegido en un planeta remoto. Qui-Gon
libera a Anakin, le proporciona las primeras enseñanzas del código jedi y le
introduce en la orden de monjes-guerreros guardianes de la República.
La ninfa Dafne convirtiéndose en árbol de Laurel
d)
El cruce del primer
umbral.
· Sin
embargo, el héroe aún no ha traspasado los límites del Mundo Ordinario, todavía
no ha desembarcado en la región de la Aventura. Para hacerlo tiene que suceder
un acontecimiento extraordinario que le permita cruzar el umbral y
desembarazarse de los guardianes que protegen el acceso a ese espacio desconocido.
· En La amenaza fantasma, Anakin debe superar
a los guardianes protectores o represores que impiden su evolución. El primer guardián al que se enfrenta es Sebulba, el piloto de la carrera de pods al
que Anakin logra vencer a pesar de sus trucos de tahúr. La victoria sobre este
personaje supone también la superación de la inmadurez, de la infancia y el
paso a la adolescencia. El segundo guardián es Watto, su propietario, del que
le libera Qui-Gon Jinn tras la victoria en la carrera. Mientras que el tercer guardián
es Darth Maul, que se interpone entre el niño esclavo y su destino cuando este
se dirige hacia la nave de la reina Amidala. El guerrero sith trata de
destruir la expedición de Naboo, teniendo que recurrir Qui-Gon a una argucia para escapar hacia Coruscant. El plano de Darth Maul, de espaldas, apagando la espada con la
que se ha enfrentado al jedi, es un símbolo de la puerta abierta a la aventura.
· Por su
parte, Luke tendrá un acceso más traumático a ese nuevo mundo. Solo superará la
negativa a la llamada cuando encuentre los cadáveres del tío Owen y de la tía Beru, asesinados por el Imperio.
“Ya nada me liga a este lugar”, le dice a Obi-Wan. “Quiero seguir los caminos
de la Fuerza y ser en un jedi como mi padre”.
Darth Maul: Guardián del umbral
e)
El vientre de la ballena.
· Tras esta
decisión, el héroe entrará de lleno en el Mundo Extraordinario y se encontrará con un sinfín de pruebas y peligros. Una
sucesión de escenas de acción y aventuras. Pero si el creador de estas
historias conoce la estructura del viaje heroico, jerarquizará la narración hasta llegar al lugar más peligroso de todos, una región que en los mitos
tradicionales se identificaba con el inframundo, es decir, con el infierno.
· Este lugar
ha sido definido por Christopher Vogler como la gruta abismal, mientras que Joseph Campbell lo etiquetó como el
vientre de la ballena, en referencia al mito bíblico de Jonás. Para Campbell,
este lugar recóndito es un topoi
donde el héroe debe sufrir necesariamente un episodio de muerte y resurrección.
En el caso de Anakin, después de varias
aventuras, el episodio del vientre de la ballena se desarrolla en la nave de
control de droides de la Federación de
Comercio, al final de La amenaza fantasma.
Se introduce en ella accidentalmente y debe destruirla desde dentro, como
algunos héroes hacen en la mitología tradicional. Así es como el dios
babilónico Marduk se introduce en el vientre de un dragón y le desgarra tripas,
corazón y cuerpo. Lo mismo que Hércules, que penetra en el interior de una
serpiente para rescatar a Esión, hija del rey Laomedonte, descuartizando a la
bestia por dentro.[6] Así es
como el joven Anakin destruye la nave de la Federación, desconectando al mismo
tiempo a los droides que están diezmando a los gungans en el plantea Naboo.
· En cambio,
la transformación de Luke en Una nueva
esperanza presenta un simbolismo más radical. Dentro de la Estrella de la
Muerte (la gruta abismal o inframundo de esta película), es arrastrado al
abismo del vertedero de desperdicios por un monstruo acuático. Parece que va a
morir, pero se trata de una muerte simbólica para renacer en la aventura,
liberado así de las ataduras del pasado y de la inmadurez.
· De esta
forma se completa la fase de la Partida para Anakin y para Luke. Así es como
abandonan la tierra natal, la casa materna y la edad infantil, dando paso a
otros retos más complejos, los de la vida adulta. Estas pruebas y aventuras se
desarrollarán dentro de las siguientes fases, que Joseph Campbell define como
la Iniciación y el Regreso.
• Segunda Fase. La Iniciación.
a)
El
camino de las pruebas.
· Tras haber superado el proceso de muerte-resurrección, el héroe se
encuentra de lleno en el Mundo Extraordinario. En él deberá iniciar el camino
de las pruebas, con el que podrá perfeccionar sus habilidades y alcanzar la madurez personal y espiritual. En el caso de Anakin Skywalker los retos que corresponden a esta
etapa surgen en el El ataque
de los clones. En el caso de Luke, en El imperio contraataca. El objetivo de estas pruebas es lograr el autodescubrimiento de
su propia naturaleza. Sin embargo, en la mayoría de los retos y conflictos a
los que se somete Anakin en el Episodio II irán desvelando una clara inclinación hacia
el Lado Oscuro. En lugar de servirle de entrenamiento para pulir sus virtudes
como jedi, la iniciación en la Fuerza y los peligros del Mundo Extraordinario
irán preparando el terreno para su transformación en Darth Vader. Orgullo,
celos, terquedad, incapacidad para aceptar el mando de sus superiores,
exterminio de los enemigos cuando muere su madre, imprudencia en pleno combate
con el conde Dooku, lo que le acaba costando la pérdida de un brazo... Ese es
el resultado del camino de las pruebas en Anakin. Todo ello le conducirá a una
actitud impropia de un jedi cuando se le plantee el gran reto de su viaje
heroico: distinguir entre la pasión individual y la necesaria entrega de los
héroes al bien común, lo que sucederá cuando experimente un amor posesivo y
egoísta por la senadora Amidala.
La imprudencia de Anakin frente al conde Dooku
b)
El encuentro con la diosa.
· “La última aventura, cuando todas las barreras y los ogros han sido
vencidos, se representa comúnmente como un matrimonio místico o hieros gamos (ίέϙòς γáμoς) del alma triunfante del héroe con la Reina Diosa del Mundo”.[7] Así lo asegura Joseph Campbell para los mitos en general. El reto
final del héroe es, por tanto, el descubrimiento de lo femenino. Esto es así
porque buena parte de los mitos surgen de sociedades patriarcales, donde el
viaje heroico esta protagonizado habitualmente por un personaje masculino, lo que no impide que
en las nuevas formas narrativas del siglo XXI el héroe sea femenino y su descubrimiento sea
el mundo masculino, como ocurre con Rey en la Trilogía Disney.
· Esta es la principal línea argumental de las precuelas. La figura de
Padmé representa a la Reina Diosa del Mundo de los mitos universales. La
búsqueda de Anakin, su tránsito hacia el mundo adulto, conlleva ese encuentro
con Padmé. Ella tiene una función
generadora de vida y esperanza, es decir, es un personaje positivo y activo
dentro de la trilogía, pero al mismo tiempo es utilizada por las fuerzas del
mal para provocar un conflicto en el héroe-jedi y arrastrarlo hacia el Lado
Oscuro.
· En la mitología tradicional y en las religiones monoteístas es muy
habitual la existencia de este matrimonio místico o hieros gamos. Podríamos
poner como ejemplo a Zeus y Hera en el mundo griego o a la Sagrada Familia en
el cristiano. En el caso de Star Wars, las precuelas recurren al encuentro con
la diosa como trama fundamental de la acción. En cambio, en la trilogía
original, protagonizada por Luke, se desarrolla la otra gran línea argumental
de los mitos: el encuentro y la reconciliación con el padre-ogro.
Hieros gamos o matrimonio místico versión Star Wars
c)
La mujer
como tentación.
· Los mitos surgidos en las sociedades patriarcales (el mundo grecolatino
o los monoteísmos hebreo y cristiano) presentan a la mujer como la tentación
que provoca la caída del héroe (el mito de Pandora o la bíblica Eva serían las
narraciones más conocidas). Sin embargo, el Ciclo Lucas no presenta una imagen negativa de lo femenino, más bien aprovecha el encuentro con la diosa para distinguir entre el amor como caridad (amor fati) y el amor como expresión de un deseo egoísta. Como caridad,
el amor es el don que obtiene el héroe como resultado del encuentro con la
diosa.[8] Así se desprende del diálogo entre Anakin y
Padmé en El ataque de los clones:
Padmé: ¿Se te permite amar? Creí que eso os estaba prohibido.
Anakin: El apego está prohibido. La posesión está prohibida. La
compasión por el contrario, que para mí no sería sino el amor incondicional, es
primordial en la vida de un jedi… Así que podría decirse que se nos alienta a
amar.
· De este modo, el amor por Padmé como caridad no contradice la
espiritualidad de un joven padawan; sin embargo, el amor por Padmé como
posesión, sí se opone a su entrega a la sociedad, a la defensa del bien común,
que debe estar por encima de cualquier deseo terrenal si quiere pertenecer a la
orden que dirige el maestro Yoda.
· Este será el conflicto que arrastra a Anakin hacia el Lado Oscuro en La venganza de los sith y que ayudará a
la destrucción de la democracia republicana sustituida por un tiránico Imperio
galáctico. La pasión individual del joven jedi será un paso más en la
desaparición del orden social entendido como bien común. No es que el amor o lo
femenino sean culpables de la caída del héroe. Es su egoísmo y su miedo a la
pérdida (que ya anticipaba con su madre en La
amenaza fantasma). “Tienes que ayudarme a salvarle la vida a Padmé. No sé
vivir sin ella”, le suplica a Palpatine en el momento de convertirse en un sith.
Por tanto, su paso al Lado Oscuro no es culpa de Padmé o del amor (como caridad) sino que se debe a que su ego no sabe vivir sin su
esposa. No traiciona a la República por ella, sino por su ego. En lugar de
entregarse al bien común, que es la función principal de los héroes, se deja arrastrar por su pasión individual, posesiva
y egoísta.
d)
La
reconciliación con el padre.
· De esta forma, Anakin se convierte en Darth Vader al anteponer su ego al amor como caridad, en el plano individual,
y al bien común (la República), en el plano colectivo. Se transforma así en un ogro cruel y sanguinario. Ha caído en el
averno del Lado Oscuro, del que nadie ha salido jamás. Pero la saga creada por
George Lucas muestra un talante claramente humanista al confiar en la redención del
ser humano. Esa redención llegará con la aventura heroica de la siguiente generación,
la aventura de sus hijos.
· Si el viaje de Anakin en las precuelas tiene como referente primordial
el encuentro con la Reina Diosa del Mundo, la andadura de Luke en la trilogía original
se caracteriza fundamentalmente por actualizar la otra gran línea argumental de
los mitos tradicionales: la búsqueda y reconciliación con el padre-ogro. Desde
el Episodio IV constatamos una clara obsesión por parte de Luke por la figura
paterna. Pregunta por él constantemente: a sus tíos adoptivos, a Obi-Wan, al
maestro Yoda... Luke está obsesionado con su padre desconocido, hasta descubrir
la verdad, llegando así a la anagnórisis más famosa de la historia del
cine, la revelación con mayúsculas de El
imperio contraataca, el célebre “Yo soy tu padre”.
· Este descubrimiento es fundamental en la evolución del viaje, tanto para Luke como para Vader. Para Luke supone comprender que el padre añorado se ha convertido en el ogro del inframundo al que debe matar o rescatar. Para Vader significa el inicio de un cambio sutil. Tras la revelación, el lord sith deja de matar a los oficiales imperiales que han fracasado en las misiones encomendadas, a diferencia de lo que ha ocurrido durante toda la película, en la que ha ahogado hasta la muerte a varios subalternos. El señor oscuro comienza a humanizarse después de desvelar su relación familiar con Luke. La anagnórisis ha afectado a ambos.
· Pero el clímax del viaje hacia el padre no tiene lugar en el Episodio
V, sino en El retorno del jedi. Luke
se entrega a los soldados imperiales con el objetivo de arrastrar a Vader al
Lado Luminoso. Ha aceptado que el ogro es su padre e intuye algo que ni Yoda ni
Obi-Wan son capaces de discernir: Anakin no ha desaparecido del todo, el
triunfo del lado bondadoso de la Fuerza pasa por el renacimiento del Elegido,
por la redención del héroe caído.
· Pero esta estrategia presenta un claro peligro, que Luke acabe
reconciliándose con la figura actual del padre, con el ogro Vader, y lo sustituya como
esbirro al servicio del Emperador. Esa es la estrategia final de Palpatine, un
edípico relevo del padre por el hijo. Pero Luke es capaz de hacer algo que
Anakin no supo comprender en La venganza
de los sith, renunciar al ego, y arroja la espada láser aceptando la
muerte, el sacrificio máximo del ego. Prefiere perder la vida antes que pasar
al Lado Oscuro. De esta forma está mostrando el camino al padre para que
retorne y cumpla su función como el Elegido.
Anagnórisis: descubrimiento o revelación
e)
La
Apoteosis.
· En la Apoteosis final de Star
Wars se fusionan las dos aventuras mitológicas que componen cada una de las
trilogías: el encuentro con la diosa y la reconciliación con el padre. La
Apoteosis se produce cuando el héroe caído logra extinguir el deseo (eros) y la
hostilidad (thanatos), renunciando por tanto al ego. La extinción del deseo y
de la hostilidad en Anakin-Vader supone por tanto la Apoteosis de la saga.
· Esta transformación culmina cuando el jedi caído en las sombras
alcanza la crucifixión del sacrificio, entregando su vida para salvar la de su
hijo. En lugar de permitir la muerte de Luke bajo los rayos azules del
Emperador, Vader reacciona, se libera de la cadena que le ha unido a Palpatine
desde La venganza de los sith y acaba con su maestro del Lado Oscuro,
sacrificándose en ese mismo gesto. Esta acción cuenta con un buen número de
precedentes en la mitología y en las religiones. El paralelismo con la cruz de
Cristo es el referente más conocido, pero previamente aparece “la victoria del
Budha bajo el Árbol Bo.”[9]
El príncipe Shidarta es capaz de rechazar la trampa de los sentidos, del mundo
material. Podemos establecer una correlación mitológica entre Budha, Cristo y
el sacrificio de Vader bajo la cruz-árbol de los rayos del Emperador. También
en la Edda noruega aparece este árbol del sacrificio con el nombre de
Yggdrasil, el corcel de Odín en el que el dios escandinavo permanece suspendido
nueve días para alcanzar el conocimiento de las runas.[10] De esta forma, en El retorno del jedi, Vader realiza el proceso inverso al error que
cometió en La venganza de los sith,
antepone la vida de su hijo a su propio ego, se convierte así en el héroe que debería
haber sido desde el principio.
El sacrificio de Vader para salvar a su hijo
f)
La Gracia Última.
· Sin embargo, la
reconciliación definitiva entre el padre
y el hijo no se produce con la desaparición del Emperador, sino en una
secuencia posterior. Luke arrastra a su padre moribundo hasta una nave que debe
alejarles de la Estrella de la Muerte. En el portón de entrada, Vader se
derrumba. Son los últimos instantes de su vida y en ese momento le pide a Luke
que le quite la máscara. Entonces, Vader le transmite un mensaje, la Gracia
Última: “Tenías razón. Tenías razón acerca de mí. Dile a tu hermana que tenías razón”.
· Luke tenía razón sobre la
lucha interna de Anakin, sobre la posibilidad de redimir al héroe caído, y con ello de redimir también a la galaxia de la tiranía imperial. En ese momento, Luke se convierte en Horacio, recibiendo
las últimas palabras de Hamlet. El testamento de Anakin es que su personalidad
no ha sido completamente abducida por el Lado Oscuro. Es la misma afirmación
que Padmé, madre ya y en el lecho de muerte, le revela a Obi-Wan. De este
modo, al reconocer que sí existía una lucha interna, Anakin cierra el círculo
del encuentro con la diosa. Ella es Padmé, el primer personaje de esa lejana
galaxia en asegurar que Anakin sigue siendo bondadoso a pesar de los crímenes
cometidos como Vader, y que en él todavía es posible la redención. Luke y Leia
son los vehículos para la culminación entre el héroe y la diosa, entre el padre
y la madre.
La humanización del ogro al quitarse el casco
• Tercera Fase. El Regreso.
· Las últimas etapas del “viaje del héroe” campbelliano tienen un
desarrollo fugaz en la saga creada por George Lucas y coincide con las últimas
escenas de El retorno del Jedi. Pero
a pesar de su brevedad, alcanzan una carga simbólica más que evidente.
· En primer lugar, el héroe mitológico manifiesta su Negativa al Regreso.
Esta etapa no está protagonizada por Anakin, sino que hay una traslación del
padre al hijo una vez alcanzada la Apoteosis en la fase anterior. Es Luke quien
se niega a abandonar el Mundo Extraordinario, quien quiere evitar el regreso a la
vida cotidiana. Como ocurre como muchos héroes de los mitos tradicionales, Luke se ha acostumbrado
a la aventura y ahora no sabe salir de ella. Por eso, el joven Skywalker se
niega a quitarle la máscara a Vader, con lo que está rechazando el abandono de ese
mundo excepcional de riesgos y peligros. Para retornar debe desprenderse del
deseo de pervivencia con el que pretende mantener la vida de su padre. Dicha
prueba es la última fase de su aprendizaje. Renunciar a la búsqueda, al
objetivo de la aventura, le permitirá aprehender la Gracia Última hallada por
Anakin.
· Cuando por fin acepta esa renuncia, es necesaria la Huida Mágica. En
la mitología tradicional, esta fuga puede ser consentida por las fuerzas
sobrenaturales que han facilitado el camino previo del héroe, permitiéndole
alcanzar el elixir de la vida. Pero en algunas ocasiones la Gracia Última se ha
obtenido con la oposición de los dioses y demonios que controlan el mundo
especial, iniciándose una persecución que “puede complicarse con milagrosos
obstáculos y evasiones mágicas”.[11]
· De esta forma, el héroe de
los mitos debe abandonar el infierno o inframundo en el que se ha desarrollado
su aventura con la oposición de los demonios que lo controlan. Para escapar recibe el Rescate del Mundo Exterior, es decir, la ayuda
de algún aliado procedente del Mundo Ordinario. Así sucede también con Luke, que debe abandonar el engendro
metálico de la Estrella de la Muerte con el cadáver de Vader. Para él, la ayuda desde el Mundo
Ordinario adquiere la forma del Halcón Milenario pilotado por Lando Carlisian, encabezando el ataque de la Alianza Rebelde contra el Imperio.
Gracias a este ataque, es decir, a la combinación de acciones por parte de un nutrido grupo de rebeldes, Lando es capaz de atravesar las defensas imperiales, introduciéndose en las
entrañas de la Estrella de la Muerte y destruirla desde dentro. El caos en
la estación de combate, que comienza con la espectacular explosión de un
destructor imperial contra su superficie, facilita al joven jedi arrastrar el
cuerpo de su padre hasta la nave en la que realizará la Huida Mágica.
· A partir de este momento, Luke cruza el Umbral de Regreso. Puede
tratarse de un espacio físico identificado con una obertura arquitectónica. El
abandono de la inacabada estación espacial es el marco físico que debe
atravesar, pero solo se trata de un detalle mínimo. El verdadero cruce del
umbral se produce con la pira en la que el hijo incinera a Vader. Las llamas convierten en ceniza al lord
sith, se extingue la carne –la materia-, y se libera el espíritu para unirse
con la Fuerza. Este es el paso del umbral tanto para Anakin como para Luke. Se
cierra la historia del primero, su caída en el reverso tenebroso y su
liberación posterior, convirtiéndose en uno con la Fuerza; mientras que su hijo
se libera de la pesada losa de la búsqueda, de la responsabilidad autoasumida
del rescate del padre.
· Con este gesto, Luke alcanza
una posición que sólo los héroes mitológicos son capaces de conquistar: se
convierte en Maestro de Dos Mundos, el terrenal y el espiritual. Luke regresa con los rebeldes y es el único
capaz de observar a los “lejanos”. Ante sus ojos aparecen los espectros de Yoda
y Obi-Wan, y también el de su padre. Desde el estrato terrestre alcanza el
mundo espiritual, puede retirar el velo de lo material para vislumbrar la
esencia de la Fuerza.
· A partir de aquí sólo queda
una última etapa, la definida por Joseph Campbell como Libertad para Vivir.
Esta denominación tiene sentido a un nivel individual: Luke ya no es perseguido
por el Emperador con el objetivo de atraerlo al Lado Oscuro; pero también tiene
un significante colectivo: la galaxia se ha liberado de la tiranía imperial.
Así se observa en el encadenamiento de celebraciones que cierran El retorno del Jedi. Esta secuenciación
arranca en la Luna de Endor y se traslada a los planetas con mayor presencia en
las tramas argumentales de la saga: Tatooine, Bespin, Naboo, Coruscant, y de
nuevo la Luna Santuario. Esta Libertad para Vivir afecta individualmente a
Luke, y colectivamente a toda la galaxia. Con ella finaliza "el viaje del
héroe" iniciado por Anakin, que cubre buena parte de las etapas campbellianas,
y que es concluido por su hijo Luke.
Luke se convierte en Maestro de Dos Mundos: el terrenal y el espirtual
Si os ha interesado esta explicación de la saga, podéis encontrar más información en mi libro El viaje del héroe en Star Wars. Mitología, cine y ciencia-ficción (Ed. Amarante, 2016).
[1] Las principales obras de
Campbell serían: El héroe de las mil caras: psicoanálisis del mito.
Madrid, Fondo de Cultura Económica, 1972; y los cuatro volúmenes de Las
máscaras de Dios. Madrid, Alianza
Editorial, 1991-1992.
[3]
CAMPBELL, Joseph. El héroe de las mil caras…, p. 56.
[4] VOGLER,
Christopher. El viaje del escritor. Ma Non Tropo, Madrid, 2002, p. 91.
[5] PROPP, Vladimir. Las
raíces históricas del cuento. Editorial Fundamentos, Madrid, 1974, pp.
69-70.
[6] PROPP, Vladimir. Las
raíces históricas…, pp. 354-355.
[7] CAMPBELL, Joseph. El héroe de
las mil caras…, p. 104.
[8] CAMPBELL, Joseph. El
héroe de las mil caras…, p. 112.
[9] CAMPBELL, Joseph. El
héroe de las mil caras…, pp. 175-177.
[10] CAMPBELL, Joseph. Imagen del mito. Atalanta, Girona, 2012,
p. 228.
[11] CAMPBELL, Joseph. El héroe de las mil caras…,
p. 183.
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